Embarcarse en la misión de contagiar el arte cinematográfico y hacer partícipes a diversos públicos en la creación de una película es un desafío emocionante y gratificante.
Es como transitar una de esas rutas empinadas de montaña que finalmente te conducen a un lugar asombroso en las alturas.
La sensación al sentarte para ver y experimentar una película es universalmente reconocida; en el mundo del arte, la abstracción de ti mismo es una experiencia enriquecedora.
En este contexto, el “séptimo” nos regala un amplio espectro emocional a medida que se desarrolla la narrativa. Quienes nos dedicamos a ello sabemos que esta riqueza se amplifica cuando participamos en su construcción, explorando todos sus secretos y dedicación necesaria para dar vida a esos momentos mágicos. Experimentamos la satisfacción que llega al estrenar y presenciar cómo ese proyecto, cultivado con esmero, florece en una plenitud que rivaliza con el nacimiento de una nueva vida.
Nuestro enfoque para llevar a cabo una pelicula colaborativa busca acercar el cine y derribar las barreras que, en muchos casos, impiden al espectador cruzar. Invitamos a todos aquellos interesados a colaborar en esta experiencia única. Y a sentir también la plenitud como creadores.
Considera por ejemplo la música de un concierto en vivo: observas a los músicos entregándose a su arte y lo disfrutas, pero internamente sientes que nunca podrías alcanzar ese nivel, aunque tu corazón siempre resuene con el ritmo. En nuestro caso, es ese ritmo interior el que une a lo participantes, descubriendo sensibilidades y habilidades sorprendentes entre los colaboradores y sus contribuciones.
Dentro del marco del 9º Festival de Puertas de Cabrales, brindamos la oportunidad al público asistente de ser parte activa utilizando sus dispositivos móviles. Les otorgamos la libertad, siguiendo ciertas directrices narrativas, para asumir roles temporales como camarógrafos, técnicos de sonido y productores. Por supuesto valoraremos sus aportaciones en forma de narrativa y voz en off.
La banda sonora, otro elemento crucial, será construida colaborativamente también, derribando las barreras impuestas por el sistema, ya sean conscientes o no.
Juntos, moldearemos este material en un espacio de postproducción dentro del propio festival (ubicado en «la cuadra de María»), donde en cuatro días conferiremos cohesión al proyecto. Como granos de arena, construiremos la sólida estructura de lo que es una película.
Este proceso culminará con una proyección abierta a todos los asistentes del festival en su última jornada.